Cuando tenía dieciséis años y el chico más guapo del instituto ni siquiera sabía que yo existía, me decía a mí misma que no importaba porque algún día en un futuro no muy lejano organizarían una fiesta en el colegio y a él se le desencajaría la mandíbula cuando me viese entrar por la puerta del gimnasio con un vestido largo y un nuevo peinado. Y también sabía que aunque era (y soy) incapaz de bailar, si me iba de vacaciones con mi familia a un balneario conocería a un maravilloso y guapísimo profesor de baile que se enamoraría de mí y me convertiría en una gran bailarina de cha-cha-chá.(Si fingís que no sabéis de qué películas estoy hablando no podéis seguir leyendo)
Aparte de la gran educación que he recibido gracias al cine, mi leve adicción a la literatura me ha proporcionado una serie de reglas básicas sobre el amor, y son las siguientes:
1) Si conoces al amor de tu vida en el parvulario, volverás a encontrarte con él aunque esté viviendo en Australia.
2) El chico malo de la clase está siempre enamorado de la chica tímida y reservada (y ésta suele llevar gafas). Lo mismo es cierto si él es deportista y ella la más lista del colegio. Evidentemente, se conocen a la fuerza; normalmente ella tiene que darle clases de algo o tienen que hacer una obra de teatro juntos.
3) Si aparece un hombre misterioso y taciturno que te fulmina con la mirada y que es capaz de citar a los clásicos sin inmutarse, seguro que tiene un corazón de oro y que es el mejor amante del mundo.
4) Cuando te besan de verdad te sujetan el rostro con ambas manos y tiemblan al tocarte. Y no hay nada mejor que un beso bajo la lluvia.
5) Si te enamoras del mejor amigo de tu hermano mayor y él te ignora durante la infancia, de mayores viviréis una gran historia de amor.
6)Si el amor de tu vida desaparece tras romperte el corazón, lo más probable es que se haya convertido en espía y que su vida esté en peligro. Y que vuelva al cabo de unos años dispuesto a hacer todo lo que haga falta para reconquistarte (Entonces tú estarás comprometida con otro que al final resultará ser un imbécil)
7)Si tu mejor amiga es una chica que conoces desde la infancia, puedes fiarte de ella. Si tu mejor amigo es un chico, ¿estás segura de que no es el amor de tu vida? Piénsatelo antes de que él aparezca con una Barbie colgada del brazo y tú tengas que hacer las mil y una para recuperarlo.
8)Los mejores amigos “espontáneos” no existen, seguro que forman parte de una conspiración para separaros. La lista de ejemplos es interminable, así que ten cuidado.
9)El odio a primera vista con el hombre más atractivo que has visto jamás, y que normalmente es tu nuevo compañero de trabajo, tu vecino, o tu inquilino, suele significar que seréis felices y comeréis perdices.
10)Los finales felices existen y todos nos merecemos al menos uno.
No voy a enumerar los libros que me han permitido llegar a esta lista tan útil y tan necesaria, y a la que sin duda se pueden añadir muchos puntos más, sólo diré que a pesar de las críticas que he recibido toda la vida por leer tantas novelas románticas me alegro muchísimo de haberlo hecho y de seguir haciéndolo: creer en los finales felices es todo un privilegio.
Y para demostrar que predico con el ejemplo, Nadie como tú se basa en el punto 5 de mi lista.
Anna Casanovas (Librianna) 
13 respuestas a “Todo lo que sé de la vida y del amor lo he aprendido en los libros y en el cine”
Ay, cuánta razón tienes… No somos pocas, y quiero creer que también pocos, los que hemos suspirado después de leer una maravillosa historia de amor y que tras cerrar sus páginas hemos deseado haberla vivido en nosotros mismos para alcanzar ese final feliz…
Creo haber reconocido algunas de tus historias encerradas en esa lista;
6- Todo por tu amor
7- Nadie como tú.
Si me equivoco es porque llevo demasiadas lecturas románticas en la cabeza y me resulta imposible recordar con precisión cada una de ellas, aunque siempre quedará la sensación que me dejó.
P.D. Alex Fordayce será inolvidable, jejejeje
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Muchas gracias, María Elena, sí, sería fantástico que alguien inventase el modo de convertir nuestra novela preferida en realidad. ¿Te imaginas? Y no, no te equivocas con mis novelas, la historia de Alex e Irene encaja perfectamente en el punto número seis de mi lista. Donde esté un hombre que lo sacrifica todo por amor, que se quite todo lo demás…
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Jaaajajajajajajajaja, Anna, me habían hablado genial de ti (una pajarraca) pero con esto, has terminado de enamorarme!!! Es genial. Cierto. El cine no es engañoso… ¡En absoluto! es que siempre hay una «mano negra» que no nos hace ganarnos ese final feliz… ooooo… lo que ocurre es que no nos hemos leído antes este fantástico decálogo para reconocer a nuestra media naranja… ¡cachis! Besote, linda!
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¡Hola, Miriam! Por fin nos conocemos, la misma pajarraca me ha hablado maravillas de ti y estaba ansiosa por caer rendida a tus pies. Gracias por pasarte por aquí, no pienso dejarte escapar nunca más. Me ha encantado lo de la «mano negra»… te tomo prestada la frase (te pagaré derechos de autor cuando arrase) y creo que ya sé de qué hablaré en mi próxima entrada. Besos a montones.
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¿Y que me dices, del amigo de un amigo, que cuando lo conoces te cae fatal? Al final acaba siendo el padre de tus hijos, jejejeje
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Cuánta razón tienes, Dolo, un punto más que tenemos que añadir a la lista.
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Qué razón tienes!! Me encanta leer novelas románticas y seguir creyendo en los finales felices. Los libros nos evaden de malos momentos y nos hacen creer en los finales felices. Adoro todos tus libros, son preciosos y estoy deseando que publiques próximamente. Enhorabuena y gracias p
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Gracias, Ara, me alegro de que también creas en los finales felices. Son lo mejor que existe, aunque a veces nos parezcan unicornios de lo difíciles que son de encontrar. Y gracias por disfrutar con mis libros, estoy impaciente por empezar a hablar de lo que publicaré este año, dentro de poco os avasallaré a noticias. Besos y gracias otra vez.
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Esta entrada me ha recordado un libro de Sarah Wendell, bloguera de Smart Bitches Trashy Books, dedicado a la novela romántica: Everything I Know about Love I Learned from Romance Novels (Todo lo que sé sobre el amor, lo aprendí en las novelas románticas)
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Hola, Joane
Es todo un honor que compares mi pequeña entrada con el libro de Sarah Wendell, dudo que lo merezca pero te agradezco que lo creas. El blog Smart Bitches Trashy Books es genial, atrevido, ácido y original al mismo tiempo. Yo jamás sería capaz de hablar con tanto humor ni con tanto sarcasmo de las novelas románticas y la verdad es que tampoco soy tan valiente. ¿Te imaginas que pasaría aquí si una autora realizase una crítica (o reseña como las llaman) de una novela en el tono tan pasional que utilizan Sarah y sus colaboradoras?
De todos modos, tal vez algún día me anime a intentarlo, mientras intentaré agudizar mi ingenio al máximo para seguir recordándote a gente con tanto talento. Ya me dirás si lo consigo.
Un placer saludarte por aquí.
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No, hoy por hoy no me imagino a ninguna bloguera o fan de romántica española publicando algo ácido. La única que veo con cierto espíritu crítico, y mucho humor, es Lady Marian, que creo que es bloguera argentina.
Ya sé que aquí no vas a meter reseñas concretas, pero cuando tratas temas o tropos de romántica, lo haces con bastante humor, y talento.
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Ay, te sigo leyendo a pesar de todas la cosas que tengo que hacer!!! Pero esto es un vicio … y no me puedo quitar la sonrisa de la cara, jejejeje! Sí, a pesar de todo, yo también sigo creyendo en los finales felices, y por qué no?
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Sigue leyendo Marián, las cosas pueden esperar, los finales felices no. Leer es uno de los pocos vicios que no perjudican, y yo personalmente no pienso dejarlo nunca. Un placer verte también por este post.
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