Cosas que suceden en los libros o en las pelis románticas de deportes y nos parecen normales.


Odio hacer deporte. Lo odio con todas mis fuerzas a pesar de que sé que es bueno para el cuerpo y para la mente, para la salud en general, y que sin duda tendría que hacer algo de ejercicio. Pero lo odio, y aunque no lo odiara, si sucediera un milagro y encontrase un par de horas libres en alguna parte, jamás se me pasaría por la cabeza hacer deporte… tengo tantos libros pendientes por leer, tantas novelas por escribir, tanto desastre por ordenar. En fin.

Lo que no odio, ni mucho menos, son las novelas o las películas románticas ambientadas en el mundo del deporte. ¿Quién puede resistirse a una escena en la que el protagonista sube corriendo una escalera con una toalla alrededor del cuello con The Eye of the Tiger sonando al fondo? Nadie. ¿Y quién no se emociona cuando ve o lee que la chica torpe de la clase por fin se clasifica para ir a las próximas Olimpiadas? Nadie, y yo mucho menos.

Los deportes, aunque personalmente no los comprendo demasiado, ofrecen un entorno ideal para crear tensión y dejarnos a todos babeando por la siguiente escena, el siguiente encuentro entre los protagonistas. Y yo, entre meterme a sudar en un gimnasio y leerme una novela de Susan Elizabeth Phillips o ver Youngblood o Le llaman Bodhi por enésima vez siempre elegiré la segunda opción.

Soy una deportista literaria (acabo de inventarme el término) y si tú también lo eres, seguro que podrás añadir algún otro punto a la siguiente lista:

Cosas que suceden en los libros o en las pelis románticas de deportes y nos parecen normales.

1. El protagonista masculino siempre es el deportista. Siempre. Tal vez está lesionado o tal vez tiene intención de retirarse, pero siempre es el deportista. En el caso de que ella también sea deportista, entonces lo son los dos. He encontrado una excepción a esta regla, Flashdance, pero como no la definiría como una película romántica, he decidido ignorarla.

2. Si nuestro protagonista masculino ya se ha retirado y decide volver a su pueblo natal, siempre se reencuentra allí con el primer amor de su vida al que abandonó para alcanzar su sueño deportivo. Y siempre, o casi siempre, ella es maestra o pediatra, o se ha quedado cuidando de los abuelos. Al parecer, en Estados Unidos, si te enamoras del quaterback del instituto estás prácticamente condenada a quedarte esperándolo toda la vida. Me pregunto cuál será el equivalente nacional. Evidentemente, él se pasará toda la novela intentando reconquistarla y al final le dirá que el éxito no ha significado nada sin ella a su lado. (No me digáis que no habéis leído escenas como esta porque no os creeré)

3. Si nuestro protagonista masculino se lesiona gravemente y tiene que hacer rehabilitación, tiene el cien por cien de posibilidades de terminar perdidamente enamorado de su médico o fisioterapeuta. Evidentemente, nuestra historia termina con una escena en la que él vuelve a hacerse daño porque quiere demostrarle algo muy importante a ella, o con él declarándose en medio del estadio del deporte en cuestión.

4. Si los dos son deportistas nos encontramos con parejas tan dispares como; una bailarina que tiene que enseñar movimientos de baile a un quaterback; una patinadora artística que tiene que entrenar con un jugador de hockey; o una gimnástica que tiene que ayudar a un atleta. Como es lógico, ninguno de los dos soporta al otro y menosprecian sus respectivos deportes. Hasta que gracias a un paso de ballet el quaterback gana la Súper Bowl, o algo por el estilo. Y tras horas y horas de entreno, de sujetarse en brazos y de caerse encima de colchonetas, se enamoran.

5. Cuando la protagonista femenina es periodista, volverá de haber hecho un reportaje muy importante y muy prestigioso en el que habrá puesto su vida en peligro y el director del periódico la “castigará” a hacer un artículo sobre un deportista famoso. Y ella, por arte de magia, se convierte en una especialista en el tema y no puede soportar al jugador que tiene que entrevistar. Y unos meses más tarde no pueden vivir el uno sin el otro.

6. En todas estas novelas y películas siempre que aparece el propietario del equipo de rugby o de béisbol es un multimillonario antipático pero con una corazón de oro que lo único que quiere es ver a sus jugadores casados y felices para siempre. Y lo de ganar premios es secundario.

7. La figura del entrenador también se merece un comentario. Si aparece dicho personaje será la voz de la razón del protagonista masculino, una especie de figura paterna, que lo guiará y le dirá cosas como “no cometas el mismo error que cometí yo” o “ve tras ella”. Y tú y yo suspiraremos al ver o leer esas frases.

8. Si nuestra protagonista femenina trabaja en una productora de cine o en una agencia de publicidad, entonces seguro que le toca lidiar con el deportista famoso de turno. El odio es instantáneo a pesar de que ella lleva meses, o años, babeando por él, y de que él se siente de inmediato atraído hacia ella. En estas novelas ella siempre es menuda y lleva gafas, o como mínimo es una lectora empedernida. Y él siempre cae rendido a sus pies y descubre que ella es lo que lleva buscando, sin saberlo, toda la vida.

9. Otro clásico es el del deportista súper famoso cuyo coche/moto/jet privado se avería y se encuentra con la única chica del mundo que no le reconoce. Él se siente confuso y fascinado de poder ser él mismo por primera vez y ella se pone furiosa cuando descubre que se ha enamorado de un hombre famoso que además siempre tiene fama de mujeriego. Durante el noventa por ciento de la novela ella no ve ninguna noticia sobre él, ni nadie lo reconoce, y justo después de decirse “te quiero” aparecen imágenes de él por todas partes. Qué casualidad. Las escenas de reconciliaciones de estas novelas son fascinantes y siempre contienen una frase tipo “tú eres la primera que me ha visto de verdad” o “no quise decirte quién era porque necesitaba saber que te estabas enamorando de mí y no de mi fama”. Son típicas y maravillosas.

10. Hay deportes románticos y deportes que no lo son. Esto es así, y punto. El rugby, el béisbol y el hockey son sin lugar a duda los más románticos, a juzgar por la cantidad de libros que giran en torno a ellos. Y si cupido elige a un equipo en concreto no parará hasta que todos sus miembros sean felices para siempre (y tú y yo nos leeremos todas las novelas)… Tal vez debería animarme a escribir una novela de estas.

Te dejo con un par de portadas y espero impaciente tus comentarios sobre los puntos que seguro me he olvidado de añadir a la lista.

"Taking the Shot" de Jaci Burton y "Heaven, Texas" de Susan Elizabeth Phillips
«Taking the Shot» de Jaci Burton y «Heaven, Texas» de Susan Elizabeth Phillips
, ,

14 respuestas a “Cosas que suceden en los libros o en las pelis románticas de deportes y nos parecen normales.”

  1. Bueno, la verdad es que nunca me habían llamado la atención las novelas románticas de deportistas. Creo que es de único que no he leído, la verdad. Tal vez porque yo sí practico deporte con asiduidad y no encuentro glamour en mis compañeros sudorosos y malolientes cuando terminamos (ja ja ja), pero tal y como lo describes casi me están entrando ganas de salir en busca de uno de esos libros inmediatamente.
    Gracias por tus comentarios. Me lo paso genial leyéndolos y estoy deseando que llegue el siguiente.

    Me gusta

  2. Totalmente de acuerdo en todo lo que dices, jajaja… Me ha hecho reír porque es tal y como lo describes. Felicidades, has vuelto a dar en el clavo con tu reflexión. Un abrazo.

    Me gusta

  3. ¡Ay, Ana, qué bueno! me pasa como a ti, lo del deporte ni fú. Pero me encantan las novelas/ películas sobre deportistas, con esos entrenadores tan paternalistas y esos hombrones que se encuentran a sí mismos, y al amor de su vida.

    Me gusta

  4. Me he reído mucho con esta entrada porque yo amo cada tópicos que mencionaste jijiji y para el colmo de la casualidad escogiste de ejemplo de portadas a Tyler, mi Tyler sexy y divino.
    Muy buena reflexión y no estaría mal que incursionaras con los deportistas.

    Me gusta

  5. Definitivamente deacuerdo! Que los puntos son tan claros que me haz recordado varias novelas que he leido sin duda Susan Elizabeth Phillips una de las mejores en esto y otra que he leido es Rachel Gibson muy buenas sus novelas, altamente recomendables. Saludos Anna

    Me gusta

  6. Hola Anna. Es increible, a medida que iba leyendo no podía parar de asentir. Y de reirme. En concreto el punto número nueve es el que más «me ha llegado» (el resto del artícúlo también, que conste). Coincido plenamente con todo lo dicho. Y por supuesto que ya sea en formato novela o película acaban cayendo en nuestras manos. Las miraremos y remiraremos o bien las leeremos y releeremos siempre que podamos. Yo al menos confieso que lo he hecho, lo hago y lo haré. Un abrazo muy fuerte.

    Me gusta

  7. Muy buena entrada, Anna. e he reído un montón y creo que llevas toda la razón en cada uno de esos puntos que has expuesto… ¡Totalmente de acuerdo!

    Un abrazo!!

    Me gusta

  8. Falta el momento vacileo con los colegas (en este caso compañeros de equipo) sobre quién es “el rey de la nenas” y que casualmente ella escucha, bien porque el graciosillo del grupo lo estaba grabado con el móvil y no se sabe muy como el video cae en sus manos o porque ella en un ataque de romanticismo ha decidido darle una sorpresa, aunque la sorpresa evidentemente se la lleva ella.
    Tampoco nos podemos olvidar del discurso al final del libro/peli que él da durante una entrevista emitida a nivel nacional (saltándose las preguntas del periodista y dirigiéndose directamente a cámara) después de haber ganado el ansiado anillo del campeonato y que ella obviamente es la única del pueblo que no la está viendo porque está en su pequeña floristería haciendo un arreglo floral, intentado olvidar lo tonta que ha sido, hasta que entran en tromba su hermana, su cuñado (casualmente hincha del equipo) y su mejor amiga de la infancia, instándola a encender el pequeño y antiguo transistor que el abuelo dejó en la trastienda y que tampoco se sabe muy bien cómo, pero ella escucha el momento cumbre de dicho discurso/declaración.

    Dos clásicos americanos que nos encantan porque SIEMPRE acaban bien y que (y hablo por mí) jamás podría imaginar que pudieran suceder por estos lares. ¿Os imagináis a… no sé, a Iniesta haciendo una súper declaración de amor en los deportes de la Cuatro? Yo tampoco…
    Anna, genial como siempre.
    ¡Petons de maduixa!

    Me gusta

    • Hola,tu comentario me encanta y cuando comencé a leer lo de la entrevista a nivel nacional, enseguida me imaginé a una mesera en una cafetería de esas viejas, y que no escuchara la tele, porque estaría muy ocupada limpiando mesas.
      y claro después de escuchar la parte del te ¨TE AMO¨,(nadie sabe cómo) los protagonistas se encontraran en medio de una calle,o del campo de juego. y TA DAH!, final feliz, beso incluido, con los periodistas aun grabando en transmisión directa.

      Me gusta

  9. Yo lo que alucino es con la «accesibilidad» de estos tipos. Se supone que son mega estrellas y sin embargo es fácil atraparlos en embarazos no deseados (por ellos). Pongamos p.e. «Sólo mío» de SEP o «Simplemente irresistible» de Rachel Gibson. Siempre me ha parecido que fuerzan demasiado la credibilidad. Es extraordinariamente difícil de acceder a cualquiera de estos superdeportistas. En realidad, los deportistas profesionales suelen ser veinteañeros sobrados, rara vez con alguna inquietud cultural/social/política/de-cualquier-otro-tipo (han dedicado muchas horas al deporte profesional) y con dinero a espuertas. Tal vez sea porque tengo en mente al futbolista prototípico, pero no me parecen demasiado románticos. La verdad, preferiría que las deportistas fueran ellas.

    Me gusta

  10. Muy muy buena la entrada!! Con ella veo que no soy la única que va buscando patrones, tópicos y copias entre los libros románticos.

    Tienes toda razón, solo encontramos normales estas escenas en las novelas o las películas. Intrínsecamente sabemos que estas cosas no pasan (en ese lado racional que abandonamos al abrir el libro), pero a nosotras (las románticas) nos encantan estas escenas sin sentido y creo sinceramente que no sería lo mismo esos libros de Susan Elizabeth Phillips (saga chicago stars) o alguno de Rachel Gibson (que son los únicos que he leído del tema) sino tuvieran estas escenas repletas de tópicos románticos e imposibles.
    Yo me hago un poco la tonta y me creo que en estados unidos los deportistas son diferentes, ¿os imagináis a cualquier deportista español en papel de héroe romántico? Yo la verdad es que no.

    Te deseo mucha inspiración para crees entradas que nos hagan reír como esta!!!

    Me gusta

  11. !Hola!
    La entrada me encantó, es muy divertida tu lista, y más ya que aunque son repetitivos, eso sólo sirve para hacerme suspirar más fuerte.
    Uno de mis libros favoritos es Tenías que ser tú de Susan Elizabeth Phillips, y después de ver a mi bomba sexy y mi guapo entrenador, este género me encanta.
    Gracias,por hacerme pasar un buen rato.<3 <3<3 :3

    Me gusta

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com