Lento, más lento.


Si nos encontrásemos esta tarde tanto tú como yo probablemente llegaríamos corriendo y con el teléfono móvil en la mano, nos saludaríamos y nos diríamos que hemos tenido un día complicado, lleno de prisas y de estrés. Y probablemente sería verdad, pero ¿por qué vamos siempre tan rápido, por qué tenemos tanta prisa? Sí, todos estamos ocupados, sí, todos tenemos muchas cosas que hacer y nuestras vidas son una mezcla extraña entre esa última prueba de «El tiempo es oro» y «Humor amarillo» pero la verdad es que el mundo está cambiando y nos estamos acostumbrando a las prisas, a ir rápido, a obtener lo que queremos ya. Estamos perdiendo la capacidad de ir despacio, de disfrutar del momento y de esperar, y acabo de darme cuenta de que no termina de gustarme. Dame la oportunidad de explicarme un poco mejor y tal vez te convenza de las ventajas de la lentitud. Porque cualquier placer es mucho mejor si se prolonga en el tiempo, ¿no te parece?

Escribir, dejar una nota a alguien, elegir las palabras con cuidado es precioso. Sí, reconozco que hay situaciones en las que puedes perder la cabeza analizando el significado de dos líneas si te las ha escrito el hombre o la mujer que te vuelve loco, ¿pero eso justifica que ahora lo solucionemos todo con un emoticón? Perdona pero no. Yo prefiero llamar a cinco amigas, organizar una cena de urgencia para descuartizar esa nota en cuestión a que él me mande un mensaje con una cara con corazoncitos en los ojos. Y si tienes que romper con alguien, si quieres decirle que ya no estás enamorada, ¿no es mejor ser valiente y decírselo a la cara que mandarle un whats ap que termine con un smiley sonriendo? Además, yo hay muchos emoticonos que no sé qué significan (aunque este artículo puede resultarte de ayuda si eres como yo) y no sé si quiero aprenderlo. Prefiero llamar y hablar con esa persona o, si tengo que escribir, dedicarle los minutos necesarios, y la valentía, y buscar las palabras justas. Y por muy divertidos que sean ciertos emojis dudo que puedan transmitir lo mismo que las palabras. Nos lleva más tiempo, sin duda. Es más difícil, también. Vale la pena. Siempre.

No quiero que se pierda el arte de la caligrafía
No quiero que se pierda el arte de la caligrafía

Antes, cuando éramos pequeños e íbamos al cine (entre otras cosas porque comprar una entrada no era un lujo e incluso te ponían dos películas) ver uno o dos tráilers antes de la película era súper emocionante. Recuerdo incluso que en más de una ocasión me gustaban más los tráilers que las películas de esa tarde. Ahora, no solo podemos ver estos tráilers en casa, desde el ordenador, tantas veces como queramos sino que anuncian sus fechas de estreno como si de las películas se tratase. Sé que es un técnica comercial y me imagino que es muy efectiva pero en muchos casos mastican tanto la película que eliminan del espectador la emoción de descubrirla por sí mismos. No digo que no me haga ilusión ver unas escenas de La Cenicienta o de Star Wars, pero no quiero ver la película entera en ciento cincuenta trailers que seguro me enseñarán de aquí al estreno. Quiero sorprenderme cuando vaya al cine, quiero quedar embobada ante la pantalla y que se me erice la piel al escuchar cierta frase. Si antes la he oído mil veces en facebook, twitter o donde sea, no me producirá la misma emoción. O ninguna.

Leer. Leer es como respirar, puedes hacerlo rápido si hace falta, como por ejemplo cuando estás terminando una novela y tienes que salir de casa porque de lo contrario perderás el bus y llegarás tarde al trabajo (o tus hijas serán las últimas y te mirarán con cara de pocos amigos cuando llegas -por fin- a buscarlas), pero es mucho mejor hacerlo despacio. Yo puedo leerme un libro «normal», si entendemos por normal 350 páginas, en tres horas. Digo que puedo porque es eso, una capacidad que he desarrollado tras años y años de lectura, lo que no significa es que deba. O que disfrute lo mismo de esa lectura como si la llevo a cabo en varios días. No es lo mismo. El libro no me afecta de la misma manera, no capto las emociones de los protagonistas con la misma intensidad. Sí, confieso que cuando un libro me engancha leo como una posesa y no puedo parar, pero cuando lo termino y estoy calmada porque ya sé cómo acaba vuelvo a leérmelo despacio.Y me gusta mucho más. De hecho, tengo libros que releo de vez en cuando y cuando lo hago los selecciono con esmero y dedico tiempo a perderme en sus páginas. En este caso, en el de la lectura, la culpa de nuestra auto impuesta prisa se debe (o esa es mi teoría) a que cada mes publican infinitas novedades que tenemos que leer, pero los libros no se van a ninguna parte. Aunque el mes de noviembre se publiquen más de quinientas novedades, podemos leerlas a lo largo del año, o del siguiente, o del otro. No hace falta que todos leamos el mismo libro al mismo tiempo, ¿no crees? Además, así yo puedo recomendarte uno a ti y tú otro a mí (si sientes curiosidad por mis lecturas puedes pasarte por mi Goodreads)

El amor es mucho mejor despacio, y la seducción todavía más (aquí es cuando crees que me pongo en plan Zen, pero te prometo que no). Estos últimos años se han publicado incontables novelas eróticas -las hay de excelentes, las hay de buenas, las hay de pasables y las hay de malísimas, como en todos los géneros- y este fenómeno comercial se ha trasladado al cine (otro trailer con expectación, ya sabes cuál), a las series de televisión y a muchos otros aspectos de nuestra vida diaria. La erótica está muy bien, por supuesto, pero también responde a la necesidad de buscar una satisfacción inmediata a un deseo, como cuando tienes hambre y vas y asaltas la nevera. Pero si tienes hambre y son las once y media de la mañana tal vez sea mejor esperar a que llegue la hora de comer y saborear ese plato de pasta que llevas días deseando prepararte. En las novelas pasa lo mismo, puedes leer un beso en la página veinte y que te emocione, puedes leer una escena de cama entera en la página quince y que te emocione, y puedes leer ese mismo beso y esa misma escena de cama en esas mismas páginas y quedarte completamente igual, dependerá de la destreza descriptiva del autor y probablemente también de tu estado de ánimo. Pero si lees ese beso o esa escena de cama en la página 200 o en la 300, después de que los protagonistas hayan estado torturándose, enamorándose, metiéndose en tu cabeza, será espectacular. Pasa lo mismo en la vida real (esa que tiene lugar fuera de los libros).

Lento, más lento.

Me despido con una invitación, si esta tarde (4 de diciembre) estás en Barcelona y te apetece charlar con un montón de gente estupenda, pásate por el Abacus de la calle Balmes. Estaremos allí para hablar de Un beso al alba, sin prisas.

 

 

 

 

 

 


16 respuestas a “Lento, más lento.”

  1. Hoy 04-12, 15.05 horas estoy leyendo tu post y resulta q anoche empecé #UnBesoAlAlba… Qué casualidad!!!! Me está gustando muchísimo (como todos tus libros).

    Estoy encantada con tu forma de escribir. Desde q te descubrí no dudo en leer todo lo q publicas.

    Qué lástima q no esté en Barcelona, pq sin dudarlo pasaría a saludarte y conocerte..

    Y totalmente de acuerdo con lo q dices. A me pasa lo mismo… y siempre q un libro me atrapa… antes de empezar otro, vuelvo a releer desde donde me cautivó.

    Me gusta

  2. Me ha encantado y estoy totalmente de acuerdo. Nos estamos perdiendo por ir rápido. Por suerte tenemos tus libros! Que lo pases muy bien esta tarde. Una lástima que me pille tan lejos, la verdad es que estoy deseando que vuelvas a Madrid. 😉

    Me gusta

  3. Completamente de acuerdo, se ha perdido el gusto por disfrutar de cada momento, de dejar pasar las horas lentamente como si no hubiera nada más que hacer en la siguiente hora. Yo recuerdo mi niñez de esa meanera, con el paso lento del tiempo pero ahora parece que se nos vaya a escapar el tren a cada momento. A ver si vienes a Castellon o Valencia porque me encantaria.

    Me gusta

  4. Hola Anna , me encanta como escribes, te doy toda la razón, las cosas hay saborearlas poco a poco, me he leído tu libro, Un beso al alba, y me ha encantado, lo volveré a leerlo como todos los demás tuyos, porque siempre hay algo nuevo q se pasa por alto la primera vez q te lees un libro, en cuanto a la erótica yo estoy saturada de tanto libro igual, sexo, sexo y nada más. los tuyos tiene todo lo q a mi me gusta, sigue así, eres una magnifica escritora.

    Me gusta

  5. Tus palabras inducen a la reflexión en cada ocasión, ya sea en un libro, articulo o entrevista. Comparto contigo que vivimos en un mundo acelerado, desbordado de información y de una urgente necesidad de la inmediata satisfacción pero mas que nunca nuestro desafío está en «saber elegir» en cada momento lo adecuado para cada uno. Podemos leer un relato corto o una larga novela; ver una pelicula de dos horas o un corto; leer o escuchar una noticia o un slogan publicitario; escribir una carta, tener una conversación o enviar un wspp o un mensaje de voz; podemos elegir para mi eso es lo importante.
    Te sigo leyendo despacio o rápido pero siempre entusiasmada.

    Me gusta

  6. Leer cualquiera de tus libros lento? Imposible, jejej, al menos la primera vez, las futuras reelecturas son otra cosa…
    Lo del montón de novedades tiene un poco la culpa de devorar los libros, el leer siempre novedades porque tienes muchas ganas, e ir dejando sepultados los anteriores, se podría llamar a esto síndrome de la interminable lista de pendientes??
    De un tiempo a esta parte me estoy tomando muy en serio el disfrutar el presente y llevar a cabo los planes, no pasarte la vida solo planeando…
    En fin, desaceleremos un poco, que merece la pena.

    S

    Me gusta

  7. Tienes razón hoy día todo va tan deprisa que no disfrutamos de lo bello de la vida de las cosas mínimas que son las que nos emociona de esas caricias lentas . bueno anna tu siempre seras mi favorita me emociona leerte

    Me gusta

  8. Mmmm… culpable. Tienes razón, mucha, y sí, me reconozco en lo de leer un libro en un rato, también por exigencias del guión en muchos casos. Es más, omitiré lo que me sucede cuando voy a lugares más tranquilos, a pesar de lo calmada que soy. Porque, vale, una cosa es el campo (el sonido de los pajarillos, escuchar el viento, respirar aire puro…) y otra tomarte a la hora de la merienda lo que has pedido para comer en lo que se supone que es un restaurante de una ciudad… Pero, vale, he dicho que no iba a entrar en eso. Asumo que el entorno nos marca.

    Ahora, cuando tengo entre manos una novela que he esperado, una historia que me está gustando, un libro que me está enamorando… me cito con él a solas, porque lo que pasa entre nosotros es algo íntimo, lo que me da y cómo lo recibo es muy personal, no quiero compartir lo que me produce con una sala llena de personas.

    Pero, claro, de estos hay pocos, porque… y ahí va la pregunta, ¿los autores, hoy por hoy, se toman su tiempo? Últimamente he leído algo que esperaba fuese una novela de esas especiales y le he encontrado fallos tontos que no cuadraban con la línea habitual de la autora. Y pienso que eso podría haber sido subsanado con una revisión cariñosa, quiero pensar que se debe a una cuestión de tiempos.

    Un abrazo

    Me gusta

    • Muchas gracias por pasarte por aquí y por comentar el post, Raquel.
      Tu pregunta sobre los autores es sencillamente brillante. La respuesta es, en mi modesta opinión, que a veces no. Y es una verdadera lástima. Hay historias que necesitan madurar o cuya corrección debería ser lenta y tranquila, pausada, como mínimo. Si la novela en cuestión no está comprometida a ninguna editorial, probablemente el autor quiera (deba) dedicarle todo el tiempo necesario. El problema, me imagino, es cuando hay una editorial esperando esa novela o cuando esa editorial no exige determinado nivel de acabado de las obras que va a publicar. En mi caso, aunque nunca he tenido ninguna experiencia en exceso dramática (al menos en este sentido), me he prometido que en el futuro no entregaré ninguna novela hasta que no esté completamente satisfecha con el resultado. Como bien dices tú, es una cuestión de tiempo, pero dado que una novela es algo íntimo, o lo es para mí, creo que debo cuidarlo. Porque si no lo hago, tal vez la editorial publique a tiempo la novela que tiene prevista para ese mes, pero el lector, ese lector de verdad, no se sentirá satisfecho cuando la lea y eso es lo más importante. Supongo que podríamos seguir -algún día deberíamos hacerlo- y distinguir que hay lectores que no se percatan de esas prisas, o que no les importan, y que por eso hay también editoriales que publican a una velocidad supersónica.

      Un abrazo.

      Me gusta

  9. ¡¡Hola Anna!!

    Que lástima no poder asistir a la presentación el pasado jueves. Operaban a mi madre esa misma tarde (todo perfecto) y el viernes pococ después de llegar a casa recibií el aviso de tu nueva entrada en el blogg. Hasta ahora no he podido leerla despacio y responderte.

    Creo que necesitamos más lentitud para saborear más las cosas y también los momentos. Por nuestra salud mental. Además, ¿qué hacemos con el tiempo que ganamos al ir tan deprisa? Yo intento frenar el ritmo de mi día a día tanto como puedo. Poco a poco voy mirando menos el móvil, el ordenador, resto horas de tele para sumarlas leyendo o haciendo manualidades (que me encantan).

    A disfrutar de la vida y con calma, vamos. Estoy a punto de empezar «Un beso al alba» en cuanto acabe los deberes, claro.

    Un abarzo y gracias.

    Me gusta

    • Hola, Montserrat.
      Lo primero, espero que tu madre esté muy bien, recuperándose de la intervención rodeada de mimos. No te preocupes por lo de la presentación, seguro que encontraremos otro momento. Gracias por leer el artículo, espero que cuando tengas tiempo le des una oportunidad a «Un beso al alba», eso sí, sin prisas. Me apunto lo de alejarte del móvil y del ordenador, es un gran consejo.
      Un fuerte abrazo.

      Me gusta

      • Hola Anna bon dia

        Si, mi madre muy bien gracias. Y muy mimada también jajajaja. Por el libro no te preocupes porqué «caerá» en mis manos si me dejan leer los turnos del trabajo y este piso donde vivimos (no sabes lo grande que es hasta que lo tienes que limpiar). Mis momentos son sagrados y la lectura es mi religión.

        Gracias por tu articulo Anna y por tu mensaje.

        Una abraçada!

        Me gusta

  10. Hola Anna!!! Muy sabias tus palabras, la vida parece arrastrarnos a una voragine sin sentido, y es al final del dia cuando te preguntas ¿y por que fui tan rapido? ¿y por que no he disfrutado? La vida es una sola e irrepetible…por qu{e no aceptarlo y ya!! jajaj
    Permitime agradecerte tus exquisitas y atrapantes novelas. No podré pasar por Barcelona, porque soy de Buenos Aires Argentina, pero quien sabe si el destino un dia no me depare un viajecito por esos horizontes y pueda saludarte en persona!!! Un fuerte abrazo, muchas gracias y a la espera de muchas mas de tus producciones!!! Daniela

    Me gusta

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com