Me resulta muy difícil escribir sobre mí, no es modestia, ni vergüenza, digamos que estoy convencida de que no soy para nada interesante y que al mismo tiempo tengo miedo de que te des cuenta de lo caótica que es mi cabeza, pero este año habría sido muchísimo más difícil sin ti y necesito darte las gracias por estar a mi lado.

Empecé el 2013 con un propósito; tomar las riendas de mi carrera profesional y defender mis novelas. Te parecerá absurdo pero hasta finales del 2012 creía que bastaba con escribir la mejor historia posible y del mejor modo posible. La realidad es que no basta con eso, ni de lejos.

El primer reto que me propuse fue mandar una novela a una editorial distinta a la que había publicado mis novelas hasta el momento. ¿Por qué? Para aprender, para comprobar si era capaz de conquistar a un equipo de profesionales hasta entonces desconocido, y sí, para llegar a más lectores. Con ese objetivo escribí “Doce años y un instante”, una historia que llevaba tiempo dentro de mí y a la que necesitaba darle voz. Y no solo eso, también me atreví a escribir cómo llevaba tiempo queriendo escribir, cambiando las voces del narrador, con personajes y escenas más complejos y menos perfectos. No sé si te has leído “Doce años y un instante”, pero para mí es una novela especial, la primera de una nueva etapa en la que he podido conocer una nueva manera de entender el mundo editorial.

Después escribí “Sin miedo a nada” y te presenté a Alejandro y a Miranda, él es uno de los personajes que más tiempo han pasado conmigo, un héroe muy imperfecto y con una historia que creo que seguiré desarrollando pues todavía está hablándome. Y si algo he aprendido este año es a escuchar a mis personajes.

En cuanto a “Las reglas del juego”, puedo contarte que forma parte de un proyecto que me ilusiona muchísimo. Cuando se me ocurrió el personaje de Kev no podía dejar de escribir y me moría por contarte su historia. Y volví a atreverme con otra editorial, para seguir aprendiendo y para seguir conociendo más lectores de aquí y de allí, del mundo mundial. Y este último mes del año he decidido volver a arriesgarme y he empezado a traducir la novela al inglés, a ver si en enero Kev y Susana enamoran a más lectores.

Gracias a estas tres novelas he conocido a mucha gente, lectores maravillosos que me han enriquecido con sus comentarios, sus consejos, sus críticas; blogueros que han tenido la generosidad de leerme, de reseñarme, de recomendarme, de ayudarme a mejorar; a editores que leen los libros, que los corrigen y que los cuidan hasta el último detalle. A todos, muchísimas gracias.

¿Qué sucederá este 2014?

Voy a seguir escribiendo con el alma, buscando mi voz y respetando mis personajes. Voy a seguir escuchando tus consejos. Voy a leer mucho, a aprender de todos vosotros. Y volveré a darte las gracias por el apoyo.

Las historias que estoy escribiendo son:

-La de Tim y Amanda, no sé qué me pasa con esta novela, tal vez es porque es muy romántica pero no logro dar con un título que le haga justicia. De momento la llamo “Cuando siento que no estás cerca” pero no es definitivo, ¿se te ocurre alguna idea?

-“Saltar al vacío”: la novela de José Antonio y Alexia no es para nada lo que te esperas y en Ediciones B están muy ilusionados con ella. Probablemente la publicará Vergara en septiembre, te lo confirmaré más adelante, ¿quieres leerla?

-“Un año contigo”: es una novela con Sebastián y Cecilia de protagonistas, espero poder terminarla pronto y explicarte más sobre ella, tal vez incluso antes de lo que crees.

¿Qué pasará con las novelas “interrumpidas”?

No lo sé. Ahora mismo tengo una novela terminada sin publicar, “Un beso al alba”, y “Haré cualquier cosa” (la última entrega de los hermanos Martí) también está casi acabada. Me siento muy feliz con ambas historias pero me temo que no encajan en el sello editorial que ha publicado las anteriores… Tal vez más adelante vuelva a sentir que ese es su hogar, o tal vez me anime a buscarles uno nuevo. O incluso puede que me atreva con la auto-publicación, quién sabe. Lo único que sé con absoluta certeza es que quiero que las leas y que quiero volver a escribir histórica y paranormal, y también una novela coral que te sorprenda. ¿Lo conseguiré?

Hola, 2014, estoy impaciente por conocerte.