Septiembre tiene más cara de año nuevo que enero, bueno, quizá más no, pero sí la misma. En enero salen los coleccionables y hacemos grandes propósitos y en septiembre igual. En enero decimos que vamos a hacer régimen y a apuntarnos a un gimnasio y en septiembre igual. Yo lo del gimnasio no lo digo porque no me da la vida, pero tal vez me anime a hacer una locura como salir a caminar más a menudo y si sobrevivo después iré a correr.
Otro de los efectos de septiembre es que consigue que mires atrás y te des cuenta del tiempo que llevas sin actualizar el blog y se te caiga la cara de vergüenza. Nunca había estado tantos meses sin escribir por aquí y la única excusa que tengo es que los días pasan demasiado rápido y sí, ha habido momentos en que pensaba que tenía una idea para un post, pero la dejaba para luego y volvía a escribir la novela en la que estoy trabajando. Lo siento.
La rentrée, me encanta esta palabra, es francesa y en español, aunque la utilizamos no está bien, lo sé, pero me recuerda a mis abuelos y me hace pensar en un salón de té o en una fiesta en el París de los años 20, así que me la quedo.
La rentrée tiene magia, puede suceder en septiembre o también en enero, pero lo cierto es que podría pasar en cualquier momento. Rentrée es cuando decides retomar algo que habías abandonado o empezar una nueva aventura. En mi caso me ha animado a retomar el blog con muchas ganas, tengo un montón de ideas para nuevos posts que espero poder escribir a lo largo de las próximas semanas y espero que no os aburran y que os animen a seguir pasando por aquí. También me he propuesto ignorar todos los artículos que se publiquen sobre lo poco o nada que lee la gente y en vez de eso dedicaré mis esfuerzos a recomendar tantos libros como pueda. Vale, sé que es una guerra perdida, pero digamos que he decidido tomarme la rentrée con positivismo. Está visto que quejarnos y lamentarnos no sirve de nada (esto vale para todo).
Voy a terminar este post tan caótico por culpa de mi falta de práctica con una anécdota y una pequeña lista.
Aquí va la anécdota. Hace un mes, en pleno agosto, estaba en una librería y oí a un señor que quería devolver un libro. El señor decía que lo había leído, lo reconocía abiertamente ante la mirada atónita del librero que lo atendía y decía que lo devolvía porque se sentía estafado. ¿Estafado? Me acerqué a cotillear. El señor se sentía estafado porque el libro llevaba una pegatina que lo proclamaba como «la mejor novela de misterio del año» (creo recordar, a lo mejor era novela negra) y él afirmaba que ni de lejos era así. El librero aceptó la devolución, creo que lo hizo porque se quedó tan pasmado como yo y el señor se fue con otro libro bajo el brazo. No sé si es cliente habitual, me imagino que sí, aunque tal vez no lo sea. La cuestión es que esas pegatinas existen y en mi caso me horrorizan por dos motivos; el primero, no me las creo nunca, y el segundo, muchas veces cuando intentas quitarlas te ensucian la cubierta.
Aquí va la lista de las cinco etiquetas que hacen que deje un libro:
- Las que dicen: «Si te gustó …. te gustará…»: me gusta creer que todos los libros son únicos y que los lectores sabemos decidir y comparar por nosotros mismos. Además, ¿quién ha decidido que eso sea así? Hay gente que dice que yo y mis hermanas nos parecemos como gotas de agua y gente que dice que no tenemos nada en común. Las comparaciones suelen ser odiosas y subjetivas.
- Las que proclaman que son «El libro del año» o «El autor del año»: no digo que no puedan serlo, pero ¿cómo lo saben justo antes de publicarlo?
- Las que tienen la palabra «Fenómeno»: es irracional, lo siento. Tengo manía a ciertas palabras igual que hay otras que me caen bien, un día os lo cuento con más detalle.
- Las que incluyen una frase con un nombre de un famoso: también es irracional, lo sé. Tal vez sea culpa mía, pero me molesta que alguien que no conozco me diga si un libro es bueno o malo. ¿Por qué tengo que fiarme de él o de ella? Que presente el tiempo o haya escrito otro libro, por poner dos ejemplos, no implica que tenga criterio como lector. Hay gente de la que sí me fío y que si me recomiendan un libro me lo compro, pero son muy pocos.
- Las que dicen «anunciado en T.V»: esta pegatina existe, la he visto y no sé qué *** tiene que ver una cosa con la otra. ¿Si sale en la tele es buen libro? ¿O malo? ¿Cuál es el objetivo de esta pegatina, que lo compremos o que no?

Gracias por la paciencia, si conocéis alguna etiqueta odiosa más me encantaría que me dejaseis un comentario. Yo mientras sigo escribiendo… otro de mis objetivos de la rentrée es mandar pronto esta novela nueva a la editorial y retomar otra que hace mucho tiempo dejé atrás. Creo que hay historias que ha llegado el momento de terminar.
8 respuestas a “La magia de la rentrée… y las pegatinas de los libros”
Tienes razón: septiembre es como enero bis. Tu post me ha hecho pensar en que los libros son como los alimentos, que los más sanos son los que no necesitan etiquetas ni famosos que los promocionen. Hacemos bien en desconfiar.
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Qué bien, un nuevo post!!! Sabes que te perdonamos porque estabas escribiendo 😉
Consejo para salir a caminar: adopta un perrito, jeje, yo tengo a Cleo desde hace un año y las dos horas al día en la calle no me las quita nadie 😀
Ains, la palabra reentré me pasó usándola todo septiembre!! Creí que era sólo cosa mía, me quedo más tranquila 🙂
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Hola!!!
Como siempre buenas reflexiones … no me fijo mucho en las etiquetas, pero sí, a veces, más que acercarte, te alejan. Y son tan tan tan poco de fiar!!!!
Un besote
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Yo llevo una semana de rentree y… qué dura se ha hecho. Mis propósitos (encajar mis mil ocupaciones con las 24 horas del día) se han visto entorpecidas por imprevistos. Así que, aunque con gran tesón, voy a esforzarme en conseguir mis objetivos… aunque muera en el intento…
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Gracias ana por volver a escribir en tu block
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Hola Anna 😊
Muy buen consejo con las etiquetas. A mi una de las que me molesta es la de los ejemplares vendidos hasta la fecha. La calidad de un libro no se mide por ello. Por no hablar cuando incluyen en la contraportada o las solapas interiores (¿Se llaman así?) comentarios estilo «una joya» escrito por menganita del diario tal o la revista cual. Para leer algunos libros sólo confío en el criterio de muy pocas personas. Con ello no me convenzo a mi misma que opinaré lo mismo que quien me lo recomienda, sencillamente le daré una oportunidad antes que ponerme a leer otro título.
Gracias por tu post. No importa lo que tardes en escribir en el blog, mientras lo sigas haciendo te esperamos. ¿Nueva novela? ¿Para cuando?
Besos y abrazos.
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Hola Anna!
Pues la verdad es que yo sí que leo las etiquetas que contienen los libros y efectivamente no siempre tienen razón.
Creo que muchas tenemos mucho de rentrée, pero si al final da sus frutos antes o después, pues bienvenida sea.
La anécdota del Señor devolviendo el libro también me ha dejado pasmada. En la vida se me ocurriría devolver un libro porque no me haya gustado, pero ea, «de todo hay en la vida del Señor», así que… se llevó otro libro jeje.
Estupendo post y qué ganas de ver y leer tu nuevo trabajo!
Besos 🙂
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Holaa Anna
Realmente me siento muy afortunada de haber encontrado su libro «nadie como tú» en la estantería más alta de toda la feria del libro como una casualidad, algo en la portada o quizás mi instinto de lectora me dijo que tenía que comprarlo y definitivamente no me arrepentiría nunca de hacerlo,usted ha logrado hacerme llorar,reír y conmocionarme con cada momento,definitivamente una de las mejores novelas he leído, esperó encontrar otras de sus obras en la próxima edición de la feria del libro,con gusto las leeré
Desde Bogota,Colombia
Con cariño
Gabriela
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