¿Os habéis preguntado alguna vez qué hace que un libro pase a nuestra estantería de favoritos, imprescindibles o «inprestables»? O, por lo contrario, ¿qué hace que un libro nos deje completamente indiferentes? Yo sí, obviamente, de lo contrario no me habría decidido escribir un post sobre ello ni a pediros descaradamente vuestra opinión al respecto.
Creo que la respuesta es el alma del libro. Un libro tiene alma o no la tiene, al menos para mí. No basta, a mi entender, con cumplir con todas las normas de la RAE, poner todas las comas en su lugar, cuadrar todas las fechas que aparecen en la novela y comprobar hasta la saciedad de la primera a la última de las referencias culturales o históricas que aparecen en ella. Un libro tiene que tener alma.
¿Y dónde está el alma de un libro? Me imagino que en una novela negra estará en el misterio que pretende resolver y que en una biografía residirá en la autenticidad de los hechos que se narren en ella. No lo sé, no soy gran lectora de ninguno de esos géneros (algo que solucionaré en otra vida cuando tenga tiempo). Pero sí soy lectora de literatura romántica desde que tengo uso de razón, o casi, y creo que puedo afirmar sin temor a equivocarme que el alma de una novela romántica está en el amor.
El AMOR, así en mayúsculas y si pudiera lo señalaría con flechas de neón estilo Las Vegas.
Una novela que pretende narrar una historia de amor, o dos, o tres, o mil, tiene que transmitir amor. Cuando llegamos a la última página tenemos que tener un nudo en el pecho si es trágica o dar saltos de felicidad si no lo es. Quizá hemos encontrado fallos a lo largo de la narración (si alguien encuentra alguna vez una novela, una sola, sin un fallo, que me avise), quizá una fecha no cuadra, quizá la chica hace referencia a una película que no se había estrenado ese año, yo qué sé, pero no podemos dudar del amor. Tenemos que creernos que aunque la autora/el autor se ha equivocado y él llevaba una camisa azul en el capítulo doce y verde al principio del trece, ama con toda el alma al otro personaje principal.
Tal vez esto os parezca una obviedad y lo cierto es que debería serlo, pero últimamente tengo la sensación de que alguien, quizá todos un poco, se ha olvidado de ello.
Una buena novela romántica está llena de sentimientos y de momentos que te quitan el aliento, en el buen y en el mal sentido. Una buena novela romántica no es una película de Antena 3 con sexo ni la copia de la copia de la copia de los argumentos que todos conocemos de las películas o de las series de televisión de los ochenta y los noventa. Ni tampoco es la enésima versión de una novela que todos hemos leído.
Una buena historia, del género que sea, necesita personajes sólidos, argumentos trabajados y alma. Mucha alma. Una buena novela puede partir de una idea muy simple, de un tema archiconocido y sin embargo robarnos el alma con su intensidad, su sinceridad, su todo. Nadie puede falsificar esa clase de emoción. Creo, y es una teoría muy personal, que si un autor escribe con una fórmula, es decir, imitando o «homenajeando» lo que hacen otros, se nota. Creo también que un libro puede ser absolutamente perfecto, tener trama, sub-trama, personajes sólidos, ortografía y gramática perfectas y no conseguir despertar ninguna emoción porque el autor se ha dejado llevar por los tecnicismos y se ha olvidado de sentir la historia, de convertirla en algo personal.
En el caso de la literatura romántica es tal vez aún más importante que exista el alma y que sea palpable en cada página. Al fin y al cabo la trama central de cualquier novela romántica es el AMOR. Con esto no estoy diciendo que una novela romántica no pueda tener escenas de sexo, no tiene nada qué ver con eso. Depende de la historia. Yo he leído novelas eróticas con mucha alma, muy románticas, que me han conquistado y novelas sin ni una escena de sexo que me han parecido vacías. No estoy hablando del sexo. Estoy hablando del AMOR.
¿Dónde está el amor? ¿Por qué tengo la horrible sensación de que ha pasado a ser «secundario» en muchas historias? Tal vez estoy equivocada. Ojalá lo esté. Tal vez este post no sea más que consecuencia del cansancio o del miedo que me entra siempre que estoy corrigiendo. En cualquier caso, quería contároslo.
La literatura romántica, igual que cualquier otro género (lo repito y lo repetiré hasta la saciedad), tiene calidad; como lectores debemos exigirla y como escritores es nuestra obligación esforzarnos en conseguirla y en ofrecerla en cada historia. Como en cualquier otro género. Pero no perdamos el amor ni el alma.

15 respuestas a “¿Dónde está el amor?”
Cuánta razón tienes Anna? Yo que prácticamente sólo leo romántica, estoy convencida que debe haber AMOR y ya siendo más caprichosa, que la historia termine con unos protagonistas felices (lo siento pero si uno de los protagonistas se muere, ya se me chafo la historia aunque su amor fuese muy intenso jajaja).
Para mí un libro es 5 estrellas, cuando el protagonista masculino consigue enamorarme, la protagonista femenina la siento real y cuando leo una frase, de esas que me impactan y pienso: «guau! Aquí hay amor»
Espero haberme explicado.
Me ha gustado mucho tu entrada. Un beso.
Me gustaMe gusta
Muchísimas gracias por leer el post y por dejar aquí tu opinión. Te has explicado muy bien 😉
Yo también prefiero los finales felices, hay finales tristes perfectos, pero luego me paso días, semanas hecha un desastre, así que intento evitarlos. Seguro que me entiendes. Ojalá las dos podamos seguir leyendo libros con AMOR durante muchos años (y yo intentado escribirlos).
Besos,
Anna
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ainssss cómo me identifico con lo que has escrito!!! Estoy harta de leer novelas románticas y eróticas subidas al carro de la popùlaridad y estirando las historias para vender más libros de la saga. A mi me gustan las historias de amor, esas que cuando terminas de leerlas, se queda un vacío por dentro porque no querías que se acabara nunca; esas que te suben a una nube cuando las estás leyendo y suspiras por vivir una historia igual… Y, al igual que estereroromantica, yo también las prefiero con final feliz; para finales tristes, desgraciadamente, ya está la vida real.
Me gustaMe gusta
La clave de que una novela tenga alma está en una de las frases de tu post: «el autor debe sentir la historia, debe convertirla en algo personal» y yo añado que debe ser el corazón el que dicte las palabras sobre todo cuando se trate de amor.
Me gustaMe gusta
Coincido. Aún cuando no soy lectora exclusiva de Romántica, me gusta que en las historias se haga sentir al lector, parte de toda esa gama de sentimientos que somos los humanos. Habrá escritores, cuyas historias serán salidas del alma , pero igualmente habrá lectores que la podrán apreciar y quiénes no. Al final de todo hay y para todos y quienes ya pasamos por «la novedad del erotismo» buscamos algo más, por lo que hay que rascar en las recomendaciones y librerías para encontrar esas historias que tienen alma.
Me gustaMe gusta
Alaudo y subrayo cada palabra que dices, no puedo estar más de acuerdo.
Respeto y leo la novela romantica-erótica, pero últimamente hay muchas que se centran más en describir una escema de sexo y que en hacernos sentir a los lectores esa conexión, ese amor y tal como dices,que tienen alma…estoy muy cansada de eso. Y estoy pensando en negarme absolutamente en leer ya este tipo de novelas, que se están multiplicando por momentos. Y no por lo erótico si no por que como dices no tienen AMOR, me niego a creer que se va a perder la esencia de la novela romántica. Menos mal que nos quedan autoras que so tienen ese alma y saben transmitirnosla, como tú por ejemplo. Y no es Peloteo XD jejeje
Gracias por el artículo, lo comparto!!
Me gustaMe gusta
Hola!
Justo has puesto palabra a ese algo que todos sentimos al leer una historia y sentir que se va a quedar con nosotros para siempre. Yo que soy malísima para acordarme de escenas, no digamos ya de los finales, jeje, hay libros que me los sé casi de memoria! Diálogos, reacciones, situaciones…
Leyendo tu posto sonaba en mi cabeza «where is the love» de The blak eyed peas, no me preguntes por qué, jejeje
Por cierto, esa ilustación estupenda, creo que refleja muy bien ese momento que tenemos a veces con algunas historias, que no tienen en alma, en plan «pero qué me estás contando!!??!?»
Un placer leerte Anna
un beso
S
Me gustaMe gusta
¡Hola, Sara!
Gracias por pasar por aquí, leer el post y dejar tu opinión. ¡¡Tienes razón con lo de la canción!! Y desde que he leído tu comentario no puedo dejar de tararearla 😉
A mí me pasa igual con los libros, hay libros que prácticamente «desaparecen» de mi mente, lo cual es peligroso porque a veces meto la pata y vuelvo a leerlos (y vuelvo a quedarme igual) y libros que casi puedo recitar de memoria y que si por algún incidente desafortunado los perdiera volvería a comprármelos. Es curioso, me produce paz saber que los tengo en mi estantería.
El placer es todo mío, a ver cuando coincidimos en el mundo «real» y charlamos tranquilamente.
Besos,
Anna
Me gustaMe gusta
Yo creo que las historias de amor son tan recurrentes en todos los tipos de literatura que todo el mundo intenta innovar en ese ámbito: explotándolas al máximo, dándoles toques más eróticos, dándoles un tono más secundario, etc.
Quizá se haya convertido en un cliché y cada vez se creen más prejuicios en nuestra cabeza alrededor de lo que tiene/debe ser una historia de amor, pero a todos nos apasiona vivir las emociones de los personajes en una historia, y cuando sientes el amor que ellos sienten, sabes que estás leyendo un buen libro.
La verdad es que me encantaría saber cuáles son los libros en los que has sentido el alma y el amor de un libro ^^
¡Un beso!
Me gustaMe gusta
Cuánta razón Anna. Y es que últimamente se echa mucho de menos el romance en la romántica. Yo ya estoy cansada de decirlo. Para mí una novela de 10 es esa que la terminas y rápidamente empiezas a releer esas frases y esas escenas que te han «calado» cuando prefieres hacerla reposar antes de empezar otra… y con la mayoría no se consiguen.
Se confunden conceptos y parece que ahora priman enamoramientos más rápidos, más escenas calientes y no sé si será influencia de la erótica o que la moda ha cambiado. Espero que sea lo primero, así me queda la esperanza de que pasará
Muy buen artículo. Con tu permiso, lo comparto 😉
Un besote
Me gustaMe gusta
¡Hola, Pepa! Muchísimas gracias por leer el post y por dejar aquí tu opinión. El otro día hablaba con otra lectora y las dos coincidíamos en que últimamente releemos libros que descubrimos hace años; no sé si esto es señal de que no sentimos tanta curiosidad por lo que se publica, si nos hemos hecho mayores (también puede ser) o si nos hemos cansado de llevarnos decepciones. Sí, se publican maravillas y libros preciosos, eso no voy a negarlo, pero también abundan novelas sin ninguna emoción. Un «enamoramiento rápido» podría funcionar si después evoluciona y arrastra al lector, pero no a base de escenas calientes o no solo a base de eso, creo que la clave está en los personajes y en sus emociones, en sus sentimientos. Yo a veces pienso que hay personas, autores, que confunden una novela con una película, me explico. En una película no podemos «leer» las emociones de los personajes y por eso tienen que enseñárnoslos con una escena de cama, una pelea, etc. En un libro no podemos «ver» esa escena y por eso el escritor nos explica lo que sienten sus personajes. Creo que hay muchos autores que escriben novelas como si fueran películas y yo echo en falta la parte donde me explican esas emociones. Quizá no le pasa a todo el mundo.
Besos.
Anna
Me gustaMe gusta
Llevo desde los 12 años siendo lectora de romántica. Tengo 22 ahora. He leído de todo, y empecé con la histórica, la cual sigo amando y adorando. Desde hace un par de años me ha dado por leer en inglés, y leo, entre otras cosas, lo que aquí puede estar clasificado como «baja o de ninguna calidad». Y yo pregunto: ¿quién se cree la gente para cuestionar estos libros que leo, mis gustos? ¿Se sabe que la persona puede llegarse a creer insultada? Pues así es, pero la gente sigue haciéndolo simplemente porque para ellos no es común cierto elemento que sale en una novela.
La novela romántica, igual que otro género, los libros en general de cualquier temática, están escritos según la originalidad y capacidad imaginativa del autor, no siguen reglas o pautas. Eso lo sabrás bien tú, Anna, para qué voy a decir yo nada. PEro así es. Y si el autor ha decidido escribir una novela romántica mostrando el amor desde otra perspectiva, dandole protagonismos también a otras cosas; cosas que a lo mejor son más difíciles de creer y dirigir para según qué lector. Pero es la decisión del autor y nosotros podemos opinar, claro, pero no cuestionar o pensar «¡Vaya, cómo está dejando la novela romántica!». Lo que tiene que ser la novela romántica es opinión personal y no tiene porqué ser igual siempre. ¿Antes no la llamaban novela rosa? ¿Qué me dices de la novela romántica de los años 70/80/90? ¿Las vejaciones, protagonistas violadas, machismo… eso qué? Parece que ahora nadie recuerda las novelas de por entonces donde se daban esos elementos tan chocantes. Ahora se siguen dando, entre otras cosas, pero, ¿me van a decir a mí que esa novelas eran de baja calidad? Venga ya. Algunas de mis novelas favoritas están publicada en esos años y tienen esos elementos que provocan rechazo a tanta gente.
Esto ya no viene por tu artículo que me parece que está redactado de manera impecable, viene porque últimamente parece no haber otro tema y a mí me enciende. Sin embargo, buenas amigas me han dicho que me mantenga al margen, calladita, porque tengo las de perder. Yo no lo veo así, aunque puede ser que sea realmente así. La cuestión es esa, que nadie puede cuestionar ni criticar para mal mis gustos. Son míos, personales, individuales. Nadie puede venir a decirme: «es que lo que tú lees no tiene calidad». ¿Qué clase de educación le han dado a esa persona? ¿Qué respeto tiene? ¿Tengo que pensar como ella y gustarme lo que a ella? ¿En qué año y siglo estamos?
A respetar a los demás, a leer con libertad, a leer lo que quieras sin cuestionar lo que lee el que está al lado tuya sentado. Porque sí, a mí tampoco me puede gustar cierto libro o cierto escritor, pero no voy por ahí hablando mal o desvalorándolo. En éste ámbito o cualquier otro ámbito de la vida. ¿Qué leches le importa a la gente lo que yo lea, si tiene más amor o no, si se da según qué cosas en el libro? Dios quiera que en España no se vea el subgénero Dark Romance y variados, porque tendría que decirle a mi madre que me quitará internet y ser feliz yo sola, en mi casa, leyendo lo que me de la gana sin que nadie venga con indirectas a desprestigiar mis libros.
Y ya te digo, esto no va enteramente por tu artículo, siento si me he sobrepasado pero es que estoy harta. Aún así seguiré leyendo y sobre todo hablando bien o muy bien de los libros que a mí me gusten en mi blog, por muchos elementos chocantes que tenga éste entre sus páginas. Y los demás, que sigan molestos mientras yo me lo paso pipa leyendo.
Me gustaMe gusta
Hola, Bella, muchísimas gracias por leer la entrada y por tu magnífica respuesta. Estoy de acuerdo contigo, últimamente hay mucha gente que se cree con derecho a juzgar libremente a los demás. Me imagino que por desgracia esa gente, o esa mala costumbre, ha existido siempre, pero ahora con las RRSS tenemos que sufrir esa actitud y además aguantarla (y la gran mayoría de veces además tenemos que mordernos la lengua para no tener problemas). Yo también leo en inglés, no solo porque forma parte de mi trabajo sino porque así descubro novelas que sé o intuyo que jamás llegarán a nuestro país, bien por motivos comerciales o bien porque el mercado simplemente no puede absorber el mismo volumen que el inglés. Con mi «post» en cierto modo hablo de lo mismo que dices tú; la calidad es muy importante, llámame temeraria o ilusa pero me gustaría creer que un libro que se publica, del género que sea, tiene una base bien hecha (estructura, gramática, ortografía, etc), pero el «alma» no siempre está allí, el amor en el caso de la romántica. Por lo que dices tú esos libros que lees tienen mucho amor ya que consiguen emocionarte y nadie debería juzgarte por eso. Creo que un libro «políticamente correcto» puede estar completamente vacío y que un libro «incorrecto» puede ser maravilloso. Por desgracia, hay mucho hipócrita literario suelto. Sigue leyendo lo que te gusta, si los libros que eliges te emocionan señal que sus autores algo han hecho muy bien, y jamás te justifiques ni cambies por personas que son tan obtusas que no se atreven a reconocer que tal vez se están perdiendo algo maravilloso.
Besos.
Anna
Me gustaMe gusta
Ya te lo he dicho por Instagram. Siento si he sonado mal o he sido demasiado clara y concisa (y siento también mis -grandes- faltas de ortografía >.<, cuando escribo rápido y estoy mosqueada es lo que pasa), pero es tal y como pienso. Puede que la calidad en general haya bajado en cuanto a lo que dices, pero sobre todo es una pena que entre lectores no nos respetemos. ¿Qué menos que respeto entre unos y otros? Desde pequeños nuestros padres nos enseñan eso de respetar a los demás. Pues aquí tendría que ser lo mismo. Por lo menos a mí me han inculcado eso de respetar y no desvalorar algo a la ligera.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Mi novela con alma por antonomasia es Jane Eyre. Si hay una historia donde hay amor para mi es esta.
Me gustaMe gusta